viernes, 5 de diciembre de 2014

EL EXPERIMENTO RUSO DE LA RESURRECCIÓN 1920

A principios de la década de 1920, un científico ruso llamado Sergei Brukhonenko fue capaz de cortar la cabeza de un perro y mantenerla viva. En esa época ya existían evidencias de que una cabeza seccionada mantenía cierta actividad después de la muerte durante unos cuantos segundos después de ser separada. El experimento trataba en básicamente prolongar este tiempo y ser capaz de mantener con vida al cuerpo pese a que clínicamente se consideraba muerto. 


El video siguiente muestra la forma en que, aparentemente, lo logró. Básicamente se trata de una maquina que se encarga de hacer circular sangre fresca por la cabeza seccionada al tiempo que retira la que es pobre en oxigeno, es decir, la misma función que tiene nuestro corazón. 

Puede verse como la cabeza reacciona a diferentes estímulos, incluso abriendo los ojos y la boca. Según la historia, Brukhonenko presentó sus experimentos en una conferencia internacional sobre fisiología en 1928.

Después de hacer un detallado visionado, surgen preguntas sin resolver. ¿Se puede devolver a la vida a una persona humana? Esto es algo que de momento no sabemos y que en cierto modo probablemente ya se haya experimentado con seres humanos bajo sumario. Quizá en un futuro salgan a la luz estos avances clínicos y sea posible llevarlo a cabo legalmente.


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